¡No hay nada como tener flores frescas en casa! Alegran nuestros hogares dando color y haciendo que huelan de maravilla pero también requieren de cuidados diarios si queremos que duren perfectas el máximo tiempo posible. En este post te enseñamos a cuidar tus flores como lo haría un florista, sigue leyendo y descubre nuestros consejos para cuidar ramos de flores frescas

Retira el envoltorio con cuidado y coloca las flores frescas en un jarrón con agua nada más recibirlas

¡Este paso es IMPRESCINDIBLE! Y lo remarcamos en mayúscula porque no siempre se hace, o al menos no cuando toca y ello condiciona mucho la durabilidad de las flores en las horas y/o días venideros. Si alguna vez recibes en casa un ramo de flores frescas lo primerísimo que tienes que hacer es retirarle el envoltorio y colocarlas en un jarrón con agua. Si el jarrón que tienes en casa es más pequeño que el ramo puedes cortar el tallo para que quepa mejor, recuerda hacerlo siempre en diagonal de esta forma las flores se hidratarán mejor.

Recuerda colocar las flores en un lugar bien iluminado donde no dé el sol de forma directa. Foto: Flores Feliu.

Cuando retires el envoltorio a las flores verás que vienen atadas con una cuerda o brida, esto se coloca para que el ramo mantenga la forma que se le ha dado al realizarlo por lo que si quieres que siga luciendo igual no debes quitarlo.

Si has recibido un centro o una cesta no hace falta que lo pongas en agua ya que el arreglo está realizado sobre una esponja bien hidratada con mucha agua. Por lo menos el primer día, más adelante, al segundo día o al tercero puedes rehidratar la esponja añadiendo cuidadosamente agua con una botella o similar, colocándola con cuidado justo entre las flores en el centro del arreglo dejando que el agua caiga.

Cambia el agua del jarrón donde están colocadas las flores frescas cada día

El agua de las flores se pudre con facilidad, es por ello que resulta también imprescindible cambiar el agua cada día cortando un centímetro de los tallos de las flores siempre en diagonal, a continuación te indicamos cómo hacerlo. Si lo deseas puedes añadir un antiséptico o un poquito de vinagre blanco por cada litro de agua para eliminar las bacterias que puedan ir apareciendo. Recuerda también retirar las hojas que puedan caer sobre el agua, pueden hacer que aparezcan bacterias más rápidamente.

Recuerda cortar los tallos siempre en diagonal. Foto: Flores Feliu.

Seguramente hayas visto que en algunas floristerías venden nutrientes que se le pueden añadir a las flores. Si no tienes a mano puedes añadir una cucharadita de azúcar al agua aunque tampoco imprescindible, es incluso más importante de cambiar el agua todos los días.

Evita que a las flores frescas les dé el sol de forma directa, ¡y cuidado con la calefacción!

La luz del sol proyectada de forma directa sobre las flores, hace que se marchiten en cuestión de horas. Recuerda colocar tus flores en un espacio bien iluminado con luz natural y fresco pero nunca nunca en un lugar donde les dé el sol de lleno.

El excesivo calor también es un gran enemigo de las flores naturales, cuidado con colocarlas cerca de calefactores, radiadores, chimeneas o de la calefacción en invierno, las flores se deshidratarán demasiado rápido y muy probablemente al día siguiente te las encuentres marchitas. Asimismo evita las corrientes de aire.

Ahora que sabes cómo cuidar las flores frescas solo te queda llevarlo a la práctica.

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