Clásico alegre y duradero, un ramo de claveles es una de esas composiciones que nunca pasan de moda. Sus flores, llenas de textura y movimiento, aportan color y frescura a cualquier espacio. Disponibles en una amplia de colores, los claveles destacan por su resistencia y su capacidad para mantenerse bonitos durante muchos días. Son flores que simbolizan cariño, admiración y alegría, los que los convierte en un detalle perfecto tanto para regañar como para disfrutar en casa.
Cuidarlos es muy sencillo. Al recibir el ramo, colócalo en un jarrón con agua limpia y fresca. Cambia el agua cada uno o dos días cortando los tallos en diagonal. Evita colocarlos cerca de fuentes de calor, ya que esto acelera su marchitamiento.
Siguiendo estos pequeños cuidados, los claveles pueden mantenerse frescos y radiantes durante más de una semana, llenando tu hogar de color y ese encanto natural que los ha convertido en una clásico atemporal.















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